miércoles, 2 de octubre de 2013

Bienvenidos




          La Iglesia, comunidad de fe establecida y comisionada por Dios para difundir buenas noticias de salvación por toda la Tierra, enfrenta retos de mucha trascendencia en el presente siglo. Los seguidores de las enseñanzas de Jesucristo que formamos el cuerpo que llamamos Iglesia, enfrentamos hoy a una sociedad sumergida en un trastoque de valores evidente en cada una de nuestras comunidades. Bien enseñó el Apóstol Pablo cuando dijo, “para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo… ” (Filipenses 2:15).  
         A mi juicio el reto mayor de la Iglesia de hoy es cumplir la encomienda en medio de nuestra sociedad, superando las barreras que nos impone un mundo cada vez más propenso a la secularización. La tendencia del mundo actual es apelar al razonamiento humano por encima de la fe para explicar los diversos procesos de la vida. Esta es una generación que demanda explicación lógica y científica para creer. Jesús vivió algo semejante cuando aquella sociedad le exigía señal. Jesús enfrentó el reto, y hoy la Iglesia de la misma manera tiene el deber de enfrentarlo.       
         El Apóstol Pablo le dijo a su discípulo Timoteo, “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad” (2 Timoteo 2:15). La Iglesia de Dios Pentecostal Movimiento Internacional, que por 94 años cumple la encomienda en Puerto Rico y su obra se ha extendido al mundo entero, está consciente de la realidad que aquí exponemos. Es por ésto, que esta Iglesia funda en 1937 lo que hoy es la Universidad Pentecostal Mizpa. El fin es educar, formar ministros diestros para sembrar esperanza en un mundo enfermo. La Iglesia tiene la misión de anunciar la esperanza, la Universidad tiene la encomienda de capacitar los servidores llamados a propagar este evangelio y dirigir la Iglesia del Señor. 
          Los estudiantes de nuestra Universidad son aquellos que el Señor ha llamado de diversas maneras a su servicio. Arde una llama en su corazón por el servicio a Dios a través del amor al prójimo manifestado en el ejercicio de un ministerio. En nuestro Centro Educativo éstos tienen la valiosa oportunidad de adquirir conocimiento y adiestrarse para cumplir su ministerio con excelencia y efectividad, con el fin único de agradar a Aquel que les llamó. En estos tiempos del fin, la Universidad Pentecostal Mizpa te invita a prepararte formalmente en las Escrituras. Es una experiencia que trazará tu camino hacia la meta mayor, alcanzar la Eternidad con el Creador. Paz para todos. 


En Cristo,
Rdo. Ángel A. Rivera Rivera
Presidente UPM 

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